LA EDUCACIÓN FINANCIERA EN LA EDUCACIÓN BÁSICA SUPERIOR: UN ENFOQUE CRÍTICO DESDE EL CURRÍCULO ECUATORIANO

FINANCIAL EDUCATION IN HIGHER BASIC EDUCATION: A CRITICAL APPROACH FROM THE ECUADORIAN CURRICULUM

Autores: ¹ Yent Olga Saltos Véliz, ² Alexandra Janeth Ramírez Caraguay, ³ Rosa Vicenta Chóez González, y  4 Edwin Welington Mendoza Bravo.

¹ORCID ID: https://orcid.org/0009-0002-1398-9738

²ORCID ID: https://orcid.org/0009-0005-4356-6607

3ORCID ID: https://orcid.org/0009-0008-1356-8582  

4ORCID ID: https://orcid.org/0009-0007-8347-9481

¹E-mail de contacto: yent.salltos@educacion.gob.ec  

²E-mail de contacto: alexandraj.ramirez@educacion.gob.ec

³E-mail de contacto: rosa.choez@educacion.gob.ec  

4E-mail de contacto: welington.mendoza@educacion.gob.ec

Afiliación: :¹*²*³* 4*Ministerio de Educación (Ecuador)

Articulo recibido: 2 de Marzo del 2025

Articulo revisado: 2 de Marzo del 2025

Articulo aprobado: 22 de Abril del 2025

¹Ingeniera Comercial adquirida de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil (Ecuador). Magister en Tecnología e Innovación Educativa adquirida de la Universidad Tecnológica ECOTEC (Ecuador).

2Ingeniera Comercial adquirida de la Universidad de Guayaquil (Ecuador). Magister en Pedagogia mención en Formacion Tecnica y Profesional adquirida de la Universidad Bolivariana del Ecuador (Ecuador).

3Licenciada en Ciencias de la Educación especialización Mercadotecnia y Publicidad adquirida de la Universidad de Guayaquil (Ecuador). Magister en Educacion mención en Innovaciones Pedagógicas adquirida de la Universidad Casa Grande (Ecuador).

4Economista adquirida de la Universidad de Guayaquil (Ecuador).

 

 

 


Resumen

La educación financiera es un derecho fundamental porque brinda a las personas habilidades para manejar sus recursos económicos eficientemente. El desarrollo de un plan así, ayuda para que las personas tomen decisiones, reduzcan la incertidumbre financiera y adquieran competencias para una vida autónoma, responsable e integrada social y familiarmente. En el Ecuador, como respuesta a estos retos, se ha incorporado la educación financiera en el currículo de la Educación Básica Superior como un área transversal, con la intención de ayudar en el desarrollo de criterios que promuevan el pensamiento crítico y la conciencia económica de los alumnos. La educación financiera, sin embargo, no se desarrolla como un contenido autónomo ni explícito lo que limita su abordaje sistémico y práctico. Desde este ángulo, surge la preocupación respecto a la verdadera historia del currículo en relación con la educación financiera: ¿hasta qué punto se moldean realmente los estudiantes para tomar decisiones económicas acertadas, gestionar sus bienes y discutir cuestiones sociopolíticas como ciudadanos sociales responsables? Este artículo intenta proporcionar una perspectiva analítica sobre el currículo ecuatoriano al destacar las brechas identificadas y la necesidad de profundizar el marco claro y efectivo de la educación financiera en el nivel de Educación Básica Superior como una de las estrategias para la inclusión social y el bienestar. 

Palabras Claves: Educación financiera, Educación básica, Transversalidad curricular, Currículo ecuatoriano, Competencias económicas.

Abstract

Financial education is a fundamental right because it provides people with the skills to manage their financial resources efficiently. Developing such a plan helps people make decisions, reduce financial uncertainty, and acquire skills for an autonomous, responsible, and socially and familially integrated life. In Ecuador, in response to these challenges, financial education has been incorporated into the Upper Basic Education curriculum as a cross-curricular area, with the intention of assisting in the development of criteria that promote critical thinking and economic awareness in students. Financial education, however, is not developed as an autonomous or explicit content, which limits its systemic and practical approach. From this perspective, concerns arise regarding the true history of the curriculum in relation to financial education: to what extent are students truly being shaped to make sound economic decisions, manage their assets, and discuss sociopolitical issues as responsible social citizens? This article attempts to provide an analytical perspective on the Ecuadorian curriculum by highlighting identified gaps and the need to strengthen the clear and effective framework for financial education at the upper basic education level as one of the strategies for social inclusion and well-being.

 

Keywords: Financial education, Basic education, Curricular transversality, Ecuadorian curriculum, Economic skills.

 

 

Sumário

A educação financeira é um direito fundamental porque proporciona às pessoas as habilidades para administrar seus recursos financeiros de forma eficiente. Desenvolver tal plano ajuda as pessoas a tomar decisões, reduzir a incerteza financeira e adquirir habilidades para uma vida autônoma, responsável e social e familiarmente integrada. No Equador, em resposta a esses desafios, a educação financeira foi incorporada ao currículo do Ensino Fundamental II como uma área interdisciplinar, com a intenção de auxiliar no desenvolvimento de critérios que promovam o pensamento crítico e a consciência econômica nos alunos. A educação financeira, no entanto, não é desenvolvida como um conteúdo autônomo ou explícito, o que limita sua abordagem sistêmica e prática. Dessa perspectiva, surgem preocupações quanto à verdadeira história do currículo em relação à educação financeira: até que ponto os alunos estão realmente sendo moldados para tomar decisões econômicas acertadas, administrar seus ativos e discutir questões sociopolíticas como cidadãos sociais responsáveis? Este artigo busca fornecer uma perspectiva analítica sobre o currículo equatoriano, destacando as lacunas identificadas e a necessidade de fortalecer a estrutura clara e eficaz para a educação financeira no nível fundamental II como uma das estratégias para inclusão social e bem-estar.

 

Palavras-chave: Educação financeira, Educação básica, Transversalidade curricular, Currículo equatoriano, Habilidades econômicas.

 

Introducción

La educación financiera es una competencia que ayuda a las personas a planear, administrar y controlar de mejor forma sus recursos financieros enfocados en el logro de objetivos, motivo por el cual resulta especialmente importante para los jóvenes, y especialmente para los estudiantes (Arias González, 2023).

A medida que los niños y jóvenes llegan a la edad adulta, deben enfrentarse a situaciones que demandan competencias para la compra de la leche, negociación de bienes e incluso contratación de un préstamo, por lo que desarrollar habilidades financieras ayuda a resolver situaciones en sus vidas que durante la educación básica no se ven reflejadas en el currículo de manera adecuada (Adauto Sullca et al., 2021).

Adicionalmente, si se fortalece la competencia financiera desde la infancia, así como se fortalecen otras competencias como la lectura y matemáticas, se puede mejorar la calidad de vida en familia y del país en general.

 Los sistemas educativos que brindan educación financiera a sus estudiantes, generalmente están desactualizados en cuanto a realidades cambiantes como la inflación, alza de impuestos, globalización, entre otros son problemáticas, al igual que en las universidades.

 Existen varios modelos para desarrollar educación financiera a los estudiantes, pero sin duda debe estar inmersa dentro del currículo escolar. Una educación institucionalizada tiene mucho más impacto que una de corta duración, práctica, sin bases teóricas o académicas, ni datos constatables de impacto (Orejuela, 2021).

Sin embargo, el país ha querido bajar la carga tributaria a través de un sistema educativo más ajustado posible a la realidad, y que bien se refleja en los diseños curriculares. Si bien fue una decisión correcta y muy racional a nivel nacional, no contempló la manera de cómo los estudiantes podrían adquirir y fortalecer sus competencias financieras que el mundo educativo los requeriría demandar.

Importancia de la educación financiera en el sistema educativo ecuatoriano

A pesar de ser un factor primordial en el desarrollo y la integración de los países durante la etapa del mercado global, en Ecuador no se ha promovido suficientemente la educación financiera en las instituciones públicas destinadas a la educación habitual.

La Ley Orgánica de Educación Intercultural establece que es necesario dirigir al niño y al adolescente a ser competentes, es decir, a desarrollar capacidades instrumentales que lo fortalezcan en su proceso de enseñar-aprender (Quispe, 2023). Pero como algunos términos como “educación financiera” resaltan en el ámbito académico, da cuenta de un gran desinterés por impulsar este tipo de educación en el país. 

Desde el 2010, se promueve de forma directa la educación financiera mediante estudios alineados con el compromiso de los ODS para mover la educación (Ramírez Galvis & Menza Moreno, 2025). De acuerdo con este, los indicadores educativos resuelven de forma indirecta la situación de finanzas de los pobres, porque para ellos es vital contar con pautas educativas adecuadas que les consientan invertir mejor y darles mayor concurrencia con sociedades opulentas.

Sin embargo, los programas en el Ecuador tampoco han modificado la educación financiera prioritaria para lidiar con las capas más vulnerables ni asume el tema como un matiz educativo, sino relacionado con la financiación. Desde el año 2015, se enlazó de manera efectiva con otros portales nacionales que están estrechamente relacionados a la economía y el financiamiento, creando así una unidad de finanzas que está a cargo de la educación financiera.

Esta importante unidad tiene como beneficios fundamentales contribuir a la inclusión de los inversores mediante una educación formal y accesible, así como también reforzar el ahorro de las personas mediante orientaciones prácticas y reducidas en el ámbito financiero (López-Lapo, y otros, 2022).

Además, busca facilitar el saber necesario para el desarrollo social y económico del país, promoviendo un entendimiento más profundo sobre las mejores prácticas en gestión financiera y empoderando a los ciudadanos para tomar decisiones informadas sobre sus inversiones y ahorros.

Requisitos gubernamentales para la enseñanza

Entre las diversas regulaciones específicas que han sido implementadas de manera estructurada por el Ministerio de Educación del Ecuador, con el objetivo primordial de lograr el óptimo desarrollo de la educación financiera en el país, encontramos varias normativas de gran relevancia.

El “Acuerdo Ministerial No. 16881” en 2013 es un claro ejemplo que no solo desarrolló las condiciones prácticas para que la educación financiera se imparta a nivel curricular, sino que también propende a su inclusión en los diferentes niveles y modalidades de enseñanza (Rosero-Cárdenas et al., 2024). También existe en Maracaibo la “Normativa de evaluación y promoción” correspondiente a ese mismo año que dicta como claras y precisas directrices para el desempeño y aprendizaje en esta área de especialización del saber.

También el “Acuerdo Ministerial No. 11209” en 2013, que documenta el reconocimiento formal de la educación financiera como una estrategia de primer orden y de carácter primordial que se debe incorporar en el proceso de formación de los ciudadanos analíticos y críticos sobre la economía de su país y la evolución de sus actividades (Álvarez-Sepúlveda, 2024).

En el discurso dado por el Ministro de Educación, se destaca que una de las prioridades debe ser la enseñanza de la educación financiera, la cual se considera una poderosa herramienta para el emprendimiento y el desarrollo económico a nivel personal.

Sin embargo, también señala un área que debe tener especial enfoque y atención: crear un enfoque formativo que asuma la responsabilidad de preparar a los niños y las niñas, proporcionando claves y enseñanzas relevantes en función de su edad. Estas claves y enseñanzas son de vital importancia no solo para que los niños y las niñas tengan educación y sepan cómo moverse en la vida que requieren, activa y satisfactoria, sino que les dará la oportunidad de ser verdaderamente capaces de abordar su entorno y los problemas que este le presenta para así acceder a un crecimiento que le permitirá pensar de forma crítica y adquirir la habilidad que, en conjunto con su formación, responsablemente, le ayudará a tomar decisiones.

La regulación vigente en el ámbito de Finanzas se encuentra íntimamente relacionada y complementada por otras materias, tales como: Comprensión Lectora, Ciencias Sociales, Matemáticas y Productividad. Lo expuesto da como resultado la sinergia de estas disciplinas que brinda oportunidad para un rango amplio de mejora en el currículo de los LECTIVOS que se introdujeron de Tercero a Séptimo de Educación Básica desde el 2013 hasta la actualidad.

Este enfoque se realiza bajo un marco que busca mejorar la calidad educativa. Las clases en este nivel de educación financiera se imparten una vez a la semana para la educación básica y, adicionalmente, se imparten dos veces a la semana en el nivel de educación intermedia. Esta frecuencia en la enseñanza busca asegurar que los alumnos no solo adquieran, sino también desarrollen las competencias fundamentales que les permitan enfrentar desafíos económicos en su vida cotidiana, así como en sus futuros entornos laborales (Zambrano & Rueda, 2024).

 A medida que culmina su formación en educación básica, los graduados tienen la posibilidad de proseguir con su capacitación técnica en el bachillerato. Sin embargo, es importante destacar que la comercialización de esta escuela secundaria vocacional ofrecida por diversas unidades académicas en Guayaquil no ha sido suficiente, lo que a su vez restringe en gran medida las oportunidades educativas disponibles para los estudiantes que desean profundizar sus conocimientos en finanzas y campos relacionados.

Esta situación es aún más relevante considerando la creciente necesidad y demanda de este tipo de formación en una sociedad que se encuentra en constante evolución y que requiere profesionales capacitados en la gestión financiera.

Retos en la implementación de la educación financiera

La movilización para la instrumentalización de la educación financiera, especialmente a partir de la pandemia global, parece estar tomando una fuerza y relevancia cada vez más significativas en múltiples países alrededor del mundo. Esta tendencia positiva se presenta a medida que aumentan de manera alarmante los riesgos de exclusión financiera y las altas tasas de impago entre las familias.

Sin embargo, a pesar de estos avances significativos que se están observando en muchos lugares, el último informe sobre el tema alertaba de una preocupación que no se puede ignorar: un alarmante 26% de los países del mundo no había formado aún ningún tipo de estrategia formal para implementar adecuadamente la educación financiera en sus sistemas educativos (Palomeque, 2022).

 Esta cifra es un reflejo preocupante de la situación actual. Además, en los países que ya han desarrollado estrategias al respecto, se permite observar una diferencia muy notable en la calidad de su contenido y, sobre todo, en la cantidad específica de sesiones escolares que se deben impartir dedicadas a este tema tan crucial. Estos son unos datos que vuelven a confirmar con claridad que la educación financiera no está suficientemente integrada en la mayoría de los proyectos educativos nacionales a nivel global. 

Esto resulta especialmente preocupante, dado que esta educación para Quintero y Ordoñez (2021), es determinante para reducir las tasas de insolvencia y de exclusión financiera en las sociedades contemporáneas. La estabilidad económica de estas sociedades depende en gran medida de contar con una población bien informada y capacitada en la gestión de sus recursos financieros, lo que resalta la urgencia de tomar medidas efectivas para abordar esta situación.

Parece que el propio sector educativo está enfrentando una serie de problemas "internos" que están impactando de manera negativa y considerable en la implementación de esta orientación fundamental que es tan necesaria. Como lo señalaron Ruíz-Roca et al. (2025), quizás uno de los problemas más problemáticos es la falta de suficiente capacitación para los docentes, quienes son fundamentales en este proceso educativo y formativo.

En un país donde la cultura de la educación financiera ha permeado, de manera oficial o no oficial, una serie de instituciones educativas debido a los esfuerzos arduos de docentes dedicados, hay una situación preocupante. Si bien es encomiable que los educadores se hayan esforzado por promover estas iniciativas, los actores pertinentes dentro del sistema educativo no brindan una guía clara a estos educadores.

 Por ello, muchos de estos profesionales se sienten inseguros e incapaces de determinar con confianza cómo desarrollar aún más estas vitales prácticas educativas, que son críticas para el desarrollo integrador de los estudiantes. Este escenario constituye una brecha que requiere atención inmediata enfocada y estrategias a largo plazo reflexivas y viables para su solución.

 Esta aparente contradicción es evidente cuando se revisa un informe comprensivo que analiza, en profundidad, un considerable conjunto de datos sobre la implementación de una intervención de educación financiera en varias escuelas dentro de la región bajo estudio. Tales informes, en sus conclusiones, enfatizan con gran fuerza que uno de los factores diferenciadores básicos entre las instituciones económicamente bien gestionadas y las mal gestionadas era, más allá de toda duda, la capacitación adecuada en economía relevante que recibieron sus docentes.

 Este factor es crucial porque en las escuelas que no lograron el resultado anticipado, hubo una falta de capacitación docente suficiente. Esta falta tuvo un impacto directo en la efectividad de la instrucción y la comprensión de la educación financiera por parte de los estudiantes. La ausencia de formación especializada limita la capacidad de los docentes para presentar conceptos financieros en términos que sean realistas y relevantes para los aprendices (Boccacci, 2022). Además, llevó a la aparición de instrucción de alfabetización financiera fragmentada, desconectada y no secuenciada pedagógicamente, lo que obstaculizó negativamente el creciente desarrollo de competencias sólidas en educación financiera.

Ventajas a largo plazo de la educación financiera

Adquirir educación financiera desde una edad temprana presenta recompensas notables y tangibles para los individuos a lo largo de sus vidas. Con el aprendizaje de información clave, como la adquisición de ideas efectivas sobre presupuesto, ahorro, un correcto manejo de deuda, planificación financiera cuidadosa y la importancia de disponer de un fondo para emergencias, las personas gozarían de una vida financiera organizada, tranquila y exitosa, logrando así la tan deseada y anhelada independencia financiera.

Este logro se alcanzaría al superar el deseo presente, permitiendo a los individuos concentrarse en alcanzar metas de ahorro futuras y sostenibles. Vaca Cuevas (2023) afirma que la capacidad de manejar bien las finanzas personales empieza a desarrollarse en la infancia, como un complemento educacional que necesita ser apoyado, fomentado y cultivado de manera continua. Además, esto se convierte en una herramienta valiosa que ayudará a enfrentar eventualmente situaciones imprevistas y adversas que pueden surgir en la vida cotidiana.

 Por lo tanto, al no contar con esas destrezas de ahorro al momento de comenzar a percibir su primer salario, los individuos tenderán a hacer un uso excesivo de créditos y préstamos, por lo que gastarán el dinero del futuro, logrando así un ciclo en el que el dinero trabaja sobre sí mismo, en una especie de retroalimentación negativa. El problema se complica con el paso del tiempo; es muy probable que el depósito de ahorro se vuelva más que una mera posibilidad de inversión, y que la ausencia de gestión financiera adecuada impida el desarrollo de una sólida y estable base económica para un futuro que se preveía prometedor.

 Esta posibilidad de inversión podría convertirse en un círculo vicioso, donde el individuo se siente incapaz de salir de deudas acumuladas, enfrentando día a día un futuro incierto y lleno de preocupaciones económicas que, en muchos casos, podrían haberse evitado con una educación financiera adecuada desde una edad temprana.

 Por lo tanto, con esta clara evidencia expuesta, Benítez (2023) presenta múltiples ventajas significativas que respaldan la urgente implementación de la educación financiera en la sociedad actual, como las que se enlistan a continuación:

a)      Incentiva y promueve valores fundamentales como la iniciativa, la autocontención, el ahorro, el deber ser, el respeto y muchos otros aspectos constructivos y positivos que forman la base de un carácter fuerte y responsable.

b)      Aumenta la productividad y competitividad tanto a nivel individual como colectivo dentro del competitivo mercado laboral, donde quienes están bien educados financieramente pueden destacarse.

c)      Mejora de manera notable la situación económica y laboral a la que debe hacer frente la persona, transformándose en un factor crítico que influye al momento de tomar decisiones bien informadas sobre ingresos, deudas y los hábitos de gasto que efectúan las personas en su día a día, lo que a su vez lleva a un mejor bienestar general.

d)     Contribuye de manera significativa a la inclusión financiera de sectores vulnerables que anhelan acceder a servicios financieros básicos y necesarios, brindándoles así la oportunidad de prosperar en un entorno donde a menudo son excluidos.

e)      Permite que las personas que se sienten resentidas o frustradas ante situaciones económicas difíciles se capaciten adecuadamente y logren obtener un puesto de trabajo en el altamente competitivo campo laboral, mejorando su calidad de vida.

f)       Previene y reduce el acoso financiero y las deudas que se generan a partir de situaciones de explotación y abuso, así como de prácticas que involucran la obtención de dinero mediante medios ilegales y poco éticos, creando una sociedad más justa. (vii) Disminuye el número de activos no bancarios en la población y ayuda a evitar que las personas caigan en situaciones de pobreza, promoviendo, así, una vida más estable, digna y saludable para todos, asegurando un camino hacia un futuro más brillante y esperanzador.

Comparación con otros sistemas educativos

Lo que se expone en la normatividad oficial ecuatoriana, al hablar de la educación financiera como una habilidad de vida desde el ciclo inicial hasta tercero de bachillerato, resalta de manera significativa la importancia de esta educación en otros países de la región latinoamericana.

Esto es fundamental para el desarrollo que estas naciones pueden tener dentro del proceso educativo, ya que, en términos generales, la corriente educativa mundial favorece un aprendizaje que vincula al educando con una serie de capacidades que le permitan alcanzar una mejor sobrevida profesional y personal en el futuro.

 En general, la educación financiera se encuentra incluida a nivel internacional en uno u otro grado de formalización y reconocimiento (Llalla Cahuana & Torres Orosco, 2021). El enfoque que se emplea es distinto y variado; hay países en los que la educación financiera es incorporada en los niveles de educación primaria, secundaria y en la media instruccional o técnica, aplicando diferentes métodos de enseñanza. La última técnica busca promover la gestión adecuada y un conocimiento cabal de diversas actividades cotidianas con las que, la mayoría de las veces, los alumnos interactúan o son parte de su vida. Entre estas actividades se encuentran el acceso a despensa, utilizar dinero y otras operaciones financieras de su rutina diaria.

 Igualmente, un proceso interdependiente por niveles se basa en alternar transversalmente el desarrollo de las habilidades y capacidades requeridas por grado. Esto se hace sin afectar los tiempos académicos únicos y particulares de cada institución educativa, de manera que todos los alumnos puedan aprovechar un esquema flexible de educación financiera integral que responda a su realidad educativa ya sus requerimientos específicos (Zavaleta Ibarra, 2023). Esto promueve un sistema educativo más completo que considera los factores económicos y financieros que afectan la vida de los escolares, en este caso, los estudiantes.

Por otro lado, también existen países donde la educación financiera se implementa de manera diversa porque se ofrece en respuesta a problemas locales específicos, optando a este nivel regional para implementar la educación financiera, cursos didácticos y/o talleres que propicien el aprendizaje en esta área fundamental.

No obstante, también hay estados donde la educación financiera se configura como un ámbito particular y pertinente, sin que importe el contexto o el área de estudio concreto. Esto sugiere un análisis a niveles institucionales que se centra en la importancia de combinar la evaluación estandarizada con un sesgo que se aleja de la diferenciación de normas.

 Esta decisión puede producir una expansión muy significativa del impacto negativo en las horas académicas disponibles en dedicación a esta área de trabajo, el cual podría incluso considerarse como una paradigmática para el desarrollo de habilidades en este tema. Al margen, este fin en muchas naciones se logra a través de otras disciplinas como matemáticas, ciencias sociales o naturales, lenguaje, entre otras, que requieren que el sistema educativo tenga mayor transversalidad pedagógica para integrar tales contenidos.

Métodos

Para su desarrollo, se ha optado por una metodología cualitativa, basada en un diseño investigativo etnográfico específicamente adaptado. Todo el proceso se lleva a cabo en el contexto particular de un centro fiscal de educación básica, ubicado en la zona rural de la provincia de Pichincha.

 Asimismo, se realizó una observación directa no participante de las trayectorias de aprendizaje de un grupo compuesto por dieciséis estudiantes de los grados cuarto, quinto y sexto. Durante esta observación, se valoró detalladamente su rendimiento académico en el desarrollo de un tema específico de Ciencias Naturales, el cual despertó un gran interés en los estudiantes.

 Posterior a esta fase observacional, se aplicó una entrevista semiestructurada de forma individual a cada participante, lo que permitió profundizar en sus opiniones y comprensiones. Para orientar la evolución de los estudiantes durante el proceso, se planteó una pregunta para sondear lo que ellos sabían acerca de “gestión del dinero”, uno de los conceptos más utilizados en el contexto educativo actual.”

 En relación con la categoría de tiempo, se desarrolló en qué momento del ciclo básico se podía observar la práctica educativa con mayor efectividad. Por lo tanto, a partir de toda la información obtenida, se formulan una serie de conclusiones relevantes, necesarias para el desarrollo y la profundización de esta investigación.

Resultados

 Primero, es importante señalar que la relación que los estudiantes tienen con el dinero tiene constructos diferentes a los que se abordan en el contexto escolar. Su relación con el dinero es de uso práctico, donde los subtítulos que podrían matizar y mejorar la comprensión no están apreciados ni considerados.

Esta tarifa de acceso les permite a los alumnos el uso de distintos recursos y distintas personas siempre dentro de los condicionantes del contexto comunicativo en el que habitan. En este sentido, Pineda Rodríguez (2016) plantea que es importante que dentro del aula se desarrollen eventos comunicativos que reproduzcan el movimiento del contexto real, porque los alumnos experimentan más allá de lo puramente académico.

 

Igualmente, es importante que estas situaciones comunicativas contribuyan a la mejora de la expresión verbal y no verbal, así como proporcionar experiencias relevantes en otros ámbitos de aprendizaje, como el cognitivo, comunicativo y comportamental. Se hace uso, entonces, de verificar si estos factores se están cumpliendo exitosamente en el diseño pedagógico y si los mismos están produciendo cambios en la educación integral de los alumnos a mediano y largo plazo.

Discusión

La educación financiera se define y comprende como un sistema de conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos que posibilitan a una persona actuar y tomar decisiones de un modo informado y eficiente (Mendoza, 2022). Esto es sumamente relevante para que cada individuo pueda realizar elecciones que efectúen un impacto en sus finanzas personales y su progreso económico a lo largo de su vida, fundamentándose en una comprensión adecuada de los conceptos financieros y de los riesgos involucrados en cada acción que decidan llevar a cabo.

 Desarrollando esta postura crítica, resulta también que el currículo ecuatoriano, por sus particularidades, no contribuye de modo considerable a cultivar un pensamiento crítico que favorezca un cambio de paradigmas en el molde escolar. A lo que se llega, es que lo que adiciona el currículo escolar ecuatoriano no hace más que atomizar los contenidos de educación financiera respecto a los otros campos de saber y del contexto del estudiante.

 Al fragmentar las ciencias con criterios administrativos y pedagógicos, se causa un estancamiento en la transdisciplinariedad. En cambio, se crea un polo opuesto a la realidad, redefiniendo el sentido de la integración de los contenidos que, a nivel institucional, se asume como válida y lógica (Sassera & Herger, 2021). Este enfoque fragmentado supone un error considerable, ya que presuponer que la realidad se presenta de forma disgregada ante nuestros ojos es un acto de confusión, así como confundir las disciplinas de estudio con la realidad misma.

 Es imperativo volver a conectar y articular los distintos saberes para formar una visión más holística que corresponda con la complejidad del mundo en el que vivimos, donde todo está interrelacionado y ninguna área del conocimiento puede ser completamente entendida si no se considera su vínculo con otras.

 En términos generales, tanto las diversas propuestas curriculares que se han implementado como las leyes educativas que regulan la educación en Ecuador promueven de manera explícita competencias enfocadas en el desarrollo del pensamiento crítico, reflexivo y, desde luego, transformador. Sin embargo, es importante destacar que, en la práctica, el currículo actual no potencia esos tipos de desarrollos a través de la enseñanza de los contenidos de educación financiera que serían fundamentales para formar individuos críticos y capaces de participar activamente en la economía.

 Para lograr el objetivo mencionado de cultivar un pensamiento crítico en los estudiantes, se debe propiciar un marco de ideas dominantes que fomente este enfoque educativo. Esto implica una ideología de clase bien definida, tal como lo deseó la burguesía industrial y comercial de los países avanzados, al introducir y promover el enfoque crítico en el currículo. El propósito principal de tal iniciativa es lograr el sostenimiento del sistema capitalista, lo que a su vez generaría otras olas misioneras paralelas de desarrollo socioeconómico, socialización de capitales y otros procesos que podrían beneficiar a la sociedad en su conjunto.

 Además, es crucial tener en cuenta que muchos países que han mantenido un sistema educativo con un currículo tradicionalista, así como un enfoque mecánico e ineficaz, no han logrado responder adecuadamente a las demandas de institucionalización económica constitucional que fueron expuestas en su momento.

Limitaciones

Los deseos de lograr un aprendizaje verdaderamente significativo para la realidad de cada uno de los estudiantes llevan a los docentes a presentar la propuesta educativa que tienen bajo la premisa fundamental de que el aprendizaje implica una relación dialéctica, compleja y dinámica de apropiación, análisis e interpretación de la realidad que les rodea.

Es decir, se conceptualiza como un proceso alfabetizador integral donde se rescatará no solo el sentido social del contenido semántico, sino también el del contenido matemático. Si se esfuman o se desestiman estos criterios esenciales, existen dos posibles limitaciones evidentes que pueden afectar de manera significativa la interacción en el aula.

 En cuanto a la planificación de soluciones a problemas económicos, es probable que muchos docentes no se sientan del todo cómodos al adentrarse en prácticas alternativas que pudieran contaminar sus clases estandarizadas y convencionales.

El maestro, en su mayoría, podría estructurar su planificación siguiendo un método tradicional y ya establecido, en lugar de esforzarse por intentar implementar las soluciones innovadoras que, si se llevan a cabo correctamente, podrían cambiar de forma significativa y positiva la dinámica habitual de su enseñanza.

Esta falta de disposición a innovar puede conducir a fracasos en relación a los objetivos educativos propuestos y deseados. Para contrarrestar esta situación y fomentar un ambiente más adaptable, el departamento de educación debería impelerse a crear las condiciones necesarias y adecuadas para la formulación y planificación de visitas intercanales e intercables que estimulen la colaboración y el aprendizaje diverso.

 Un problema asociado a esta situación sería el efecto que los distintos simulacros pueden tener en el ambiente sociocognitivo del niño. La elaboración de diversos simulacros que no estén claramente delineados y alineados con el método educativo del contexto específico puede influir, por un lado, en el imaginario colectivo que se crea en los escolares y en la formulación de ideas y conceptos, y por otro, en la basal del cernimiento y en las actitudes que los niños desarrollan hacia el aprendizaje y su entorno.

Conclusiones

El aprendizaje propicia el desarrollo de habilidades para la vida, las finanzas son de especial importancia debido a que el manejo de recursos posibilita el acceso a bienes intangibles tales como las experiencias de vida y el crecimiento personal, profesional y emocional. Con esto se establece el propósito de la educación financiera, es necesario que en este proceso educativo prime la formación humana integral, más que limitarse a la enseñanza de gestión presupuestaria. El enfoque crítico en educación financiera permite generar consciencia de cómo los factores pueden influir en los hábitos y tomar decisiones responsables sobre el uso de bienes y recursos.

El currículo ecuatoriano de Educación General Básica propone a la educación financiera como uno de seis ejes transversales o del currículo general, cada uno con autonomía y sin posibilidad de herramientas que permitan conectar metas de habilidades o incluyan aspectos comunes o mínimos.

Es de suma importancia desarrollar experiencias que propicien consciencia crítica con la realidad y el entorno en que habita el educando, una forma posible es la educación financiera a través de una metodología específica que respete el espacio, plásticos y las formas de comunicar que estos niños descubran junto a la existencia positiva considerando aspectos curriculares, docentes, metodológicos y evaluativos.

 Es vital que el análisis del entorno, la capacitación y actualización constante de los modelos de enseñanza y prima la posibilidad de mejorar la realidad en cada creación. No limitarse a moldear a las personas, sino potenciar la creatividad e inteligencia de las personas donde ayudemos a tener una mejor calidad de vida de cada persona, de paso generará un cambio positivo en la comunidad desde una sana sinergia.

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Licencia de Creative Commons Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-No Comercial 4.0 Internacional. La educación financiera en la educación básica superior: un enfoque crítico desde el currículo ecuatoriano © 2025 by Yent Olga Saltos Véliz, Alexandra Janeth Ramírez Caraguay, Rosa Vicenta Chóez González, y Welington Edwin Mendoza Bravo is licensed under CC BY-NC-ND 4.0. To view a copy of this license, https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/